PROPUESTA

• La personalización de los ejercicios, ajustando su dificultad a las necesidades y el progreso de la persona.
• El monitoreo continuo de los ejercicios que realiza la persona.
• Incorporación de estrategias de feedback y gamificación positivas como mecanismo para mejorar adhesión y aprendizaje del paciente.
• La incorporación de feedback positivo y estrategias de gamificación como mecanismo para mejorar el aprendizaje y la adherencia al tratamiento.
• El empoderamiento de las personas para autorregular las sesiones de tratamiento.

CAPACIDADES

PREDICTIVO

• Calcula una estimación a partir de la exploración inicial de la persona.
• Revisa la predicción, incorporando la información del rendimiento de la última sesión y destaca los cambios en la sesión a los terapeutas.
• Combina Razonamiento por casos (CBR) con regresión.

PRESCRIPTIVO

• Seleccionar un subconjunto de ejercicios adecuados mediante el uso de un sistema CBR que, midiendo las semejanzas clínicas y de rendimiento, clasifica actividades según la experiencia pasada.
• Pesa cada actividad según su efectividad pasada.
• Finalmente, se utiliza un optimizador lineal para generar sesiones propuestas.

El ictus es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en nuestro entorno y una de las principales causas de mortalidad y discapacidad. Alrededor del 80% de las personas que han sufrido un ictus presentan problemas motores en la extremidad superior. Estos problemas en el movimiento impactan directamente en la autonomía de la persona para realizar las actividades de la vida diaria, afectando la participación en la comunidad y disminuido su calidad de vida.

La recuperación de los problemas motores y la autonomía de la persona depende de la rehabilitación, que se define como un proceso destinado a permitir que las personas con alguna discapacidad lleguen y mantengan sus niveles funcionales físicos, sensoriales, intelectuales, psicológicos y sociales óptimos, proporcionándoles las herramientas para alcanzar la independencia y la autodeterminación [1]. La rehabilitación después del ictus es un proceso complejo y largo en el tiempo. En la fase crónica de la enfermedad diferentes estudios han demostrado que la persona necesita realizar actividades para mantener su funcionalidad y continuar mejoran [2]. En este sentido, hay una necesidad creciente de diseñar y validar nuevas intervenciones terapéuticas que se puedan realizar en la fase crónica y que estén basadas en la evidencia científica.